Carta abierta de la familia: “Cuando la justicia trabaja a favor de la impunidad de las fuerzas de seguridad”
A más de diez años de que el cuerpo de Lucas Menghini Rey fuese dejado abandonado 60 horas arriba del tren chapa 16 por los responsables policiales del operativo de rescate de heridos y fallecidos, la jueza Romilda Servini ha vuelto a trabajar a favor de la impunidad de las fuerzas de seguridad. En un nuevo fallo ha sostenido con su firma que nadie fue responsable de semejante atrocidad. Ha dictado un segundo sobreseimiento a favor de los responsables de esas acciones a todas luces ineptas, todos ellos altos mandos de la Policía Federal. En esta nueva instancia recorre el mismo camino que en 2017, al que también contribuyó la manifiesta y silenciosa complicidad del fiscal Federico Delgado.
Mientras algunos sectores proclaman a este funcionario como una de las nuevas caras de la justicia, él, con sus acciones, refrenda las prácticas siniestras de quiénes lejos de sostener los derechos de los ciudadanos siguen defendiendo a los poderosos. No nos olvidamos que en las audiencias del primer juicio no solo demostró una actitud de absoluto desinterés en el desarrollo del proceso sino que en un lamentable alegato ignoró y desestimó las palabras de quienes sufrimos esas 60 horas de búsqueda desesperada. Así, tantos años después, según la justicia no hubo responsables de abandonar a un fallecido casi tres días a metros de donde los policías pasaron infinidad de veces y en una cabina a la cual le faltaba casi un metro de chapa y a la que no tuvieron siquiera la responsabilidad de revisar. La Cámara de Casación Penal había solicitado reevaluar el fallo, fundamentando su pedido en una innumerable cantidad de irregularidades en la valoración de las pruebas y en los fundamentos de Servini.
Aun así la jueza, que en varias ocasiones durante las audiencias tuvo que ser despertada por sus secretarios mientras se quedaba dormida, ratificó su decisión. Los padres, hermana e hija de Lucas analizaremos los pasos legales a seguir, apoyados por todos quienes lo conocieron y aún hoy lo aman. También impulsados y sostenidos por los familiares de las demás víctimas de la Tragedia de Once.
Tenemos la absoluta seguridad de que abandonar un cuerpo inerte por una manifiesta incapacidad no puede quedar en el olvido, aún cuando desde los estrados judiciales se intente sellar un pacto de impunidad con quienes cometen crueldades del calibre de las ocurridas entre el 22 y el 24 de febrero de 2012, pero que por vestir uniforme parecen merecer la indulgencia sobre sus acciones culposas. Lucas vive en cada uno de nosotros, y su fuerza nos invadirá siempre para buscar justicia.

Familia de Lucas Menghini Rey

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