Duro y a todo o nada: Jorge Macri va por los delitos de calle para «limpiar» la Ciudad de Buenos Aires

Mano dura. Jorge Macri, contra el delito en CABA Foto: Telam

Jorge Macri empodera a Waldo Wolff para aumentar penas, leyes más duras y un paquete de mano dura para luchar contra el delito en Capital Federal.

«No me interesa analizar demasiadas variables, si aumenta el desastre social y la Ciudad recibe chorros y delincuentes, hay que limpiar la Capital Federal, no los quiero acá jodiendo a los porteños». La frase es de Jorge Macri, en lo que fue una declaración de guerra íntima en la última reunión de gabinete y donde Waldo Wolff tomó nota de que tendrá un 2024 más duro de lo pensado. Deberá entonces el ministerio de Seguridad porteño tomar el toro por las astas y endurecer una postura ya mucho más estricta que durante la última gestión de Horacio Rodríguez Larreta, cuando los cortes de calles se permitían para evitar un conflicto.

La ley de reiterancia es una obsesión que tiene Jorge Macri, y tiene asidero: distintos informes que recibió desde que asumió le dejaron en claro que la justicia recibe y libera delincuentes en cuestión de horas. Pero la gota que rebalsó el vaso fue la semana pasada, cuando un acosador atentó contra la integridad de una chica en un baño del hospital Fernández, a pocas cuadras del departamento del jefe de Gobierno. Macri llamó a Waldo Wolff, se reunieron y avanzaron en la idea de presionar para la aprobación de la ley de reiterancia y exponer a quienes estén en contra de evitar que ladrones, asesinos o violadores estén libres.

Equipo. Jorge Macri, Waldo Wolff, Diego Kravetz.

El detenido de 29 años no había cometido un delito: según el Sistema de Actuaciones Policiales, había tenido de mínima unas nueve detenciones entre las que se incluía robo, violencia de género, drogas. Así y todo, estaba libre dando vueltas por adentro del hospital. Esencialmente lo que busca Macri es, que si una persona es detenida y ya tiene una causa judicial abierta, espere en prisión el proceso y se evite, como se viene estudiando en el gobierno porteño, la reincidencia.

La llamada «puerta giratoria» implica el final de la reincidencia, que permite esperar en libertad mientras la causa avanza y el proceso penal dictamina su sentencia. En la legislatura hay un rumor de pasillo: alfiles cercanos a Martín Lousteau, el gran derrotado de CABA, puede exigir condiciones para el rechazo del proyecto. En el laboratorio del gobierno porteño se estudia cómo evitar que eso suceda y hasta ahora la idea común es sencilla: si Lousteau manda a votar en contra de la ley, se le explicará a toda la sociedad que el radical prefiere que los violadores esperen en libertad y sigan violando mientras la justicia analice el caso, sin un deadline estipulado.

Con respecto a la «limpieza de calles», hay un factor que inquieta a Waldo Wolff y Jorge Macri por igual. La muy amplia mayoría de los que duermen en calle y generan muchas veces situaciones de violencia, no tienen domicilio porteño. «Qué querés que haga, no existe el pasaporte para venir de La Matanza», bromea un funcionario en dialogo con MDZ. Hay ahí entonces una vacancia, que tiene que ver con poder exponer en un nuevo plan de comunicación el origen de los que delinquen o sencillamente duermen y hacen sus necesidades muchas veces en las calles porteñas. En tiempos de redes y comunicación horizontal, Jorge Macri puede sacarse un peso de encima explicando algo tan sencillo como la «pesada herencia» en calles porteñas.

Inversión. Jorge Macri apunta a empoderar la Seguridad.

Hay un sector que viene creciendo y tiene la ponderación habitual de Jorge Macri: el turismo. Valentín Díaz Gilligan es un economista de perfil bajo, técnico, con formación en el extranjero y mucho management de sus tiempos en el sector privado. Macri planteó en varias reuniones la importancia de «limpiar» las calles para evitar que la actividad turística se vea perjudicada. Para eso se especula con la llegada de mayor tecnología para prevención en zonas donde el turismo y el mapa calórico del delito coincidan y se pueda monitorear las 24 horas .

Hay datos que envalentonan al gobierno porteño: aumentó el secuestro de armas un 657%, hay más detenciones, no hay cortes en las calles y no aumentan las fugas de presos. Un tema no menor que enfrentará tarde o temprano a Waldo Wolff y Patricia Bullrich es el cupo de presos porteños y el otro es la justicia. Jorge Macri exige mayor celeridad y leyes que acorralen a los malos jueces que liberan y avalan la puerta giratoria.

Fuente: Pedro Paulin para mdzol.com

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